De abajo hacia arriba
Las palabras llegan con pegamento,
es un arte la verdad,
la charlatanería, la bohemia de coyunturas puntuales…
el popularismo psicológico… subliminalidad…
Los acordes, las bases, la intro…
La letra:
cual si no fuese la única en verdad
capaz de hacernos ser.
Los acordes:
“se como estas, yo estoy igual,
todos nos quieren pisar
es consecuencia de no estar en su juego”
se parafrasean en otras bases,
y sugiere otra lectura, otro atrape,
otra esencia… la base
de todo subliminaloide.
Entonces, yo: Don Subliminable.
Subliminaloide entre subliminaloides.
Greda en el eje de la maquina.
Y en la horquilla… amiga
que sin quererlo, bajas
aquel maldito sistema de tuercas y tornillos…
esos que rajan por dentro hasta las nalgas
por beber entre trabajo, pensando futuros.
Pensando amigos.
Hipócritamente claro… amigos,
hermanos, cónyuges, cuñados, adversos,
cristianos, creyentes, ciudadanos, humanos.
Hipócritamente claro.
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